Kosher es un término hebreo que significa “puro” y por lo tanto es el vino apto para la religión judía. No cualquier vino puede conseguir su certificación, para ello es necesario que, desde la cepa, su elaboración sea controlada por una persona cualificada de religión judía.
Son vinos que se fundamentan en el respeto, tanto por el medio ambiente, como respeto por la materia prima con la que se elaboran los vinos, (la uva) y también respetando las elaboraciones naturales y la tradición. Los vinos Kosher están supervisados por un rabino, es decir, bajo unas características de la religión hebrea y unas normas que se llaman cashrut, que quiere decir aquello «correcto» o «apropiado para ser consumido. Todo lo que cumpla con los preceptos del cashrut será Kosher.
¿En que se diferencian los vinos Kósher de los demás vinos? Para empezar, en los primeros, la viña para elaborar el vino tiene que tener un mínimo de cuatro años de producción, a diferencia de la convencional que es al tercer año. Lógicamente, todos los tratamientos de la viña ( ya sea poda, cuidados, etc) deben ser realizados por judíos, desde la cepa, hasta la apertura de la botella. La uva debe ser recogida a mano y tratada cuidadosamente para llegar enteras y sanas al proceso de elaboración. La vinificación debe realizarse en cubas de acero inoxidable en lugar de barricas de madera y utilizando mineral de arcilla Bentonita para clarificar el vino. No está permitido que ninguna persona que no sea judía pueda ver el vino, y por lo tanto, el seguimiento lo controla un enólogo en una barrica apartada para él y así poder informar al rabino de cómo se debe proceder. Una vez que se embotella el vino, el 1% se vende en beneficio de los pobres, y si el rabino considera que su elaboración ha cumplido todas las reglas, estampará el sello Kosher. Para finalizar, la botella de vino Kosher debe ser abierta por un judío para no perder la condición de sagrada, y posteriormente, todo el mundo puede disfrutar de él.
Actualmente hay veintisiete denominaciones de origen que elaboran vinos Kosher en España, especialmente en Barcelona por su alta población judía.
El lunes 09 de junio, con motivo del XIII Festival Internacional de Música Sefardí, tuve el placer de asistir por primera vez a una cata de vinos Kosher, en el Jardín Botánico de Córdoba, dirigido por la enóloga de Bodegas Robles Rocío Márquez, en la cual, después de la obligada presentación y explicación de los vinos Kosher, procedimos a catar tres vinos, que fueron los siguientes:
Bodegas Fernández de Arcaya (Navarra)
KOSHER ALATE (Tinto 2011): un vino joven con una variedad de uva tempranillo. Con aromas de frutos rojos, un poco balsámico. Por su variedad no suele dar un punto de color muy elevado, ni una acidez muy fuerte. De color rubí, de lagrima lenta y fina, con una graduación alcohólica de 14 grados.
Bodegas Tagonius (Madrid)
TAGONIUS CRIANZA KOSHER, un excelente coupage de variedades Shyrah, Cabernet Sauvignon, Merlot y Tempranillo. Usando maderas de roble americano y francés, consigue una conjunción de aromas y sabores bastante importantes, con mucha personalidad y notándose las aportaciones de color, como en el caso de las variedades de Merlot y Shyrah. Con 13 grados de alcohol, tiempo de crianza de tres años.
Bodegas Garzal (Rivera del Duero)
GARZAL KOSHER, usando tambien los dos tipos de madera (Americano y Francés), obtiene a la vista un color rubí. Con la variedad Tempranillo, presenta bastante tenacidad, es decir, como si se secara la boca, es por la elevada concentración de Taninos. Una graduación de alcohol de 13´5 y con aromas florales, fruta roja fresca, y toques anisados. En boca un ataque fresco y elegante.
Me despido agradeciendo nuevamente esta experiencia, al Jardín Botánico de Córdoba, a Rocío Márquez, y a todos y cada uno de los que han hecho posible realizar esta cata, que para mi, ha sido muy gratificante. Un fuerte abrazo, y gracias. PORQUE LO MEJOR DE LA VIDA SIEMPRE SE COMPARTE.
JOSÉ CRIADO MACHADO.