por Raquel Toledo (profesora del taller de teatro)
Conozco pocos empresarios que estén reaccionando a los cambios radicales que se están produciendo en general y en el campo de la restauración en concreto con una actitud valiente y comprometida y con una capacidad de análisis y visión de futuro como la que tiene Baldomero Gas. Cuando en el mes de Mayo me propone la ejecución del Proyecto “Bodegas Mezquita como escenario teatral” experimenté muy diversas emociones: La primera fue una gran alegría al saber que Baldomero seguía confiando en mí en este terreno; sorpresa ante la originalidad de la propuesta; entusiasmo ante la posibilidad de entrenar a camareros y cocineros en las dinámicas teatrales; vértigo ante el desafío creativo y mucha expectación por saber los resultados que este experimento formativo traerá consigo.
«Bodegas Mezquita como escenario teatral» es uno de los procesos que se inscribe dentro de un proyecto de mayor envergadura que se está forjando bajo la dirección de Baldomero Gas denominado «Coaching para restaurantes” del que se va a hablar largo y tendido en muy poco tiempo…
En el programa de actuación para “Bodegas Mezquita como escenario teatral” seguí las cuatro premisas que Baldomero Gas ha establecido como bases filosóficas para un buen funcionamiento de empresa de restauración:
- Fomentar la Actitud positiva.
- Propiciar un Medio ambiente laboral óptimo.
- Establecer una serie de protocolos de actuación Orientados al cliente.
- Comprobar los Resultados rentables en la puesta en práctica de esta línea formativa.
Seleccioné y reelaboré dinámicas y ejercicios teatrales para la consecución de estos cuatro objetivos entre las que destaco aquí: “adjetivar al compañero” juegos de interacción y escucha como “La marioneta”, “el espejo”, “globos en el aire” “Drácula”… La construcción del personaje para conocernos mejor y empezar a controlar nuestra manera de comunicar; técnicas de clown para desarrollar el humor; improvisaciones para detectar y cubrir las necesidades del cliente, juegos de status para adaptar constantemente nuestra actitud respecto al compañero y al cliente; dinámicas para desarrollar la imaginación, risoterapia…
Los primeros en experimentar estos procesos son El equipo de camareros y cocineros de los restaurantes de B.M. quienes están reaccionando con una apertura y disposición encomiable. Aunque todavía estamos en la primera fase, las primeras impresiones son muy positivas. Poner en marcha este «valor añadido» en el funcionamiento de los profesionales de la restauración traerá seguro magníficos resultados en rentabilidad y mejora de calidad del servicio.