Hace unos días nuestros compañeros fueron invitados a las instalaciones sevillanas de Heineken-Cruzcampo. Rafael Borrego nos cuenta la experiencia.
En primer lugar, estuvimos en la Fábrica que se encuentra en la carretera Sevilla-Mairena del Alcor. Al llegar, nos pareció entrar en un pueblo ya que había cantina, silo e incluso un centro médico.
La visita empezó en la zona de cocción del mosto y primer filtrado, donde se apreciaba un potente olor a cereal tostado. Luego pasamos a su gran frigorífico, la nave de fermentación donde se mantiene una temperatura constante entre 0 y 4 ºc y en esta fase, vimos como la cerveza Heineken maduraba en tanques horizontales mientras que el resto lo hacía en tanques verticales como Cruzcampo o Amstel.
Posteriormente, estuvimos en la zona de segundo filtrado y embotellado y por último, en la de almacenamiento y distribución donde pudimos ver como los vehículos automatizados dirigidos por satélite realizaban los distintos pedidos.
En segundo lugar, lugar nos dirigimos a la antigua fábrica de cruzcampo, hoy sede de la Escuela de Hosteleria de Sevilla. Aquí tomamos el siguiente menú degustación marinado con cervezas:
– huevo duro desestructurado marinado con una Radler de Cruzcampo (50% zumo de limón 50% cerveza) que combinaba a la perfección por su frescor.
– Fideos yakisoba con secreto ibérico marinado con una cerveza Paulaner alemana de trigo
– Lubina con guiso de habitas y jugo amarillo con una Heineken.
– Tiras de lomo con patatas machacadas y mostaza antigua con una Cruzcampo Reserva que con su malta tostada eran una combinación perfecta.
Y para terminar, los postres: rulo de cabra con brownie de chocolate y un dulce de chocolate con crema de menta regados con una Mort Subita de frambuesa, delicioso.
Tras este estupendo almuerzo, nos obsequiaron con libro sobre la cerveza, que fue el punto y final a una visita enriquecedora en todos los aspectos.