En el seno de nuestra maravillosa ciudad, se atesoran muchas leyendas de índoles muy diversas, destacando las religiosas, las mitológicas y las históricas. En esta nueva entrada, sin embargo, vamos a hablar sobre una en concreto “la leyenda del túnel de la Mezquita”.
Como ya sabéis tanto la Mezquita de Córdoba como Medina Azahara son dos de los monumentos más queridos por todos los Cordobeses y de los que más orgullosos nos sentimos ya que ambos cuentan con el Reconocimiento de Patrimonio de la Humanidad.
La história que les conecta es apasionante y muy interesante. ¿Quieres descubrir con nosotros todos los secretos que se aglutinan detrás de estos dos monumentos? Estamos seguros de que a ti también te cautivarán.
Por un lado tenemos la Mezquita- Catedral de Córdoba, considerada el monumento más importante de todo el Occidente Islámico y uno de los más asombrosos del mundo. En su historia se resume la evolución completa del estilo omeya en España, además de los estilos góticos, renacentista y barroco de la construcción cristiana.
Por otro lado tenemos a nuestra “ciudad brillante” Medina Azahara, cuya historia comienza con Abderramán III, y su decisión de construir una ciudad a las afueras de Córdoba, entre los años 936 y 976. Ciudad que en su conjunto va aglutinar las labores tanto administrativas como residenciales del califato. Es el complemento perfecto para la visita de la Mezquita de Córdoba. La importancia de la ciudad en la historia, se aprecia a partir de la visita de estos dos grandes monumentos que han llegado hasta nuestros días, la Mezquita y el ciudad de Medina Azahara.
No es de extrañar que cada año visiten este impresionante monumento más de 1 millón de turistas procedentes de todos los rincones del mundo
A lo largo de los años han ido surgiendo numerosas historias y leyendas sobre nuestra ciudad. Una de las más populares es, sin duda, la creencia de que durante la época califal existían varios pasadizos y túneles secretos que recorrían toda Córdoba.
Pero, ¿sabías que la leyenda cuenta que existen pasadizos secretos que unen a estos dos conjuntos arquitectónicos, y que eran usados por el califa para no ser visto?
Desde siempre en Córdoba se ha hablado de la existencia de un túnel subterráneo que comunica la ciudad palatina de Medina Azahara con la Mezquita. Dicho túnel, según marca la leyenda, aún no ha sido descubierto, y por él accedía el califa directamente a caballo a la Mezquita para dirigir los rezos diarios de los fieles. La existencia de este paso secreto es más que improbable pero su difusión por el boca a boca ha hecho que muchos cordobeses lo cuenten como historia verídica a los visitantes de la ciudad. Esta historia que se ha convertido en leyenda con el paso de los años tiene algo de realidad. Y es que si es cierto que en la Córdoba Omeya existían numerosos pasadizos que respondían a las necesidades estratégicas de nobles y califas.
A pesar de que jamás ha habido ninguna prueba sobre la existencia real de este túnel, existe una auténtica creencia entre la población cordobesa que ha sido transmitida de generación a generación desde hace cientos de años. Por otro lado, también se ha especulado sobre otro pasillo, uno que discurría por debajo del río, y que uniría la Calahorra con la Mezquita-Catedral.
Entonces, ¿dónde está el origen de estas leyendas?
Por un lado, «en la existencia demostrada de túneles que pasan por debajo de la Judería; y es que a día de hoy se sabe a ciencia cierta que hay un pasadizo que conecta los antiguos baños califales de Santa María del Siglo XX, con la Mezquita y por otro, en un pasadizo elevado que realmente existió hasta hace relativamente poco tiempo».
Así, existía un túnel que conectaba el alcázar, antigua residencia de los califas y emires de Córdoba, con la Mezquita conocido como “Sabat”, usado por el Califa para no ser visto por el pueblo cuando pasaba desde el Alcázar a la Mezquita a rezar. A día de hoy podemos ver en el suelo de una de las esquinas de la Mezquita unas marcas doradas que señalan por donde pasaba el Sabat.
Este pasadizo se dividía en dos partes. Una de ellas es exterior, y contaba con un puente con tres arcos que cruzaba la calle. La otra parte estaba oculta detrás del muro de la alquibla en el interior de la propia Mezquita de Córdoba. Igualmente, dentro del pasadizo se podían distinguir hasta 8 habitaciones diferentes.
Su construcción se llevó a cabo entre los años 970 y 972 y fue destruido en tu totalidad durante el siglo XVII. Sin embargo, aún quedan vestigios de este Sabat en la parte correspondiente a la Mezquita donde aún se conserva la puerta de acceso, así como la puerta donde se unía el puente.
Sin embargo, hubo otros Sabat anteriores, como el construido por ‘Abd Allah (888-912), que consistía en un puente que cruzaba la calzada aunque en este caso el Sabat no tenía una continuación en el interior de la mezquita.
Si aún no conoces Córdoba, te invitamos a que pases a visitar nuestra Mezquita y Medina Azahara para que te dejes sumergir en su história y cultura popular. Si te entra hambre por el camino, te aconsejamos que pases por cualquiera de nuestros establecimientos “Bodegas Mezquita» uno de los sitios más queridos tanto por locales como foráneos donde comer comida tradicional cordobesa o a visitar nuestra Tienda Gourmet donde podréis degustar nuestro vino Pedro Ximénez o llevarte un trocito de esta tierra a casa. ¡¡Buen provecho!!