Todo comenzó cuando a los 21 años decidí dar el paso y me fui a Canarias
, concretamente a Tenerife, a la aventura, allí no tenía familia, ni amigos. Así que me tuve que enfrentar a los primeros miedos, pero la motivación de mi objetivo/sueño era mucho más fuerte.
Todo empresario tiene que asumir riesgos, por supuesto hay que intentar minimizarlos al máximo, pero toda actividad empresarial supone un riesgo.
No tardé más de una semana en encontrar trabajo de comercial en una pequeña empresa, al mes siguiente cambié a otra empresa mayor con mejores condiciones y a los tres o cuatro meses logré superar un proceso de selección y fichar por la multinacional Bacardí-Martini y ahí me quedé durante los tres años que estuve en la isla.
Me consta que había otros candidatos con más formación, con más experiencia y además eran de allí. Sin embargo me seleccionaron a mi, seguramente por la ilusión, por las ganas, por mi motivación personal, en definitiva porque deseaba el puesto con todas mis fuerzas.
El trabajo de comercial es muy parecido al de un empresario, tienes que gestionar una cartera de clientes, una ruta, tienes presupuestos de ventas y de gastos y lógicamente tienes que ser productivo, tienes autonomía para gestionar tu tiempo y para tomar muchas decisiones a la hora de negociar con clientes.
En Bacardí Martini aprendí mucho, sobre todo cómo funcionan las grandes empresas. La importancia que le dan a la formación continua y a la satisfacción y motivación del personal: nos hacían encuestas de clima laboral, nos premiaban con viajes, etc.
Unos de los primeros problemas que me encontré en la isla fue que muchos clientes, concretamente los canarios, no me compraban y me di cuenta que era por mi acento peninsular, así rápidamente aprendí el tinerfeño y cambiaron los resultados. Conseguí en poco tiempo pasar por uno de ellos. Obtuve varios record de ventas a nivel nacional.
Mi éxito fue conocer qué es lo que quiere mi cliente. En marketing no paran de repetirlo, todas las empresas debemos estar muy atentos a las necesidades de nuestros clientes y a los cambios de gustos, tendencias, etc. así como trabajar duro, no hay éxito sin esfuerzo. Y para eso es fundamental dedicarte a lo que realmente más te gusta y te motiva.
Creo que ahí radica el quid de la cuestión y sobre todo en esta profesión tan vocacional que es puro servicio y atención al cliente. Todos hemos disfrutado de la amabilidad de un feliz y motivado camarer@ y hemos sufrido el maltrato de otro que está quemado. Igualmente nos ha pasado con un plato o con una tapa.
Volviendo a mi historia y con mi objetivo muy presente, durante los tres años que trabajé en Bacardí Martini estuve ahorrando para montar mi negocio. Cuando junté un dinero suficiente llegó el momento de decidir si me quedaba en Tenerife y montarlo allí o volverme a Córdoba y me decanté por la segunda opción, sobre todo por estar cerca de la familia.
Siempre que venía a Córdoba de vacaciones me llamaba la atención que no existiera ninguna tienda de vinos, así que decidí montar una.
Antes hice un curso de Creación y consolidación de empresas, justo aquí enfrente, organizado por la antigua Agencia de Desarrollo Local hoy IMDEEC e impartido por la EOI, la Escuela de Organización Industrial.
Hicimos un plan de negocio que nos sirvió de mucha ayuda e incluso nos concedieron una subvención por el Plan Urban Ribera, que sirvió para arreglar la zona de la Ribera, también gestionado por la Agencia y capitaneado por D. Rafael Blanco.
Lógicamente la ubicación para cualquier negocio es fundamental, es un porcentaje muy alto del éxito del negocio. No hay que pensar si el precio es caro, lo que hay que pensar es en las ventas que puede generar. Las grandes firmas siempre las encontraréis en los mejores lugares.
El local que me gustaba era demasiado grande para lo que yo necesitaba, pero en vez de descartarlo busque una solución, dividirlo en dos y buscar otro empresario que le interesara quedarse con la otra mitad.
En ese caso el miedo me superó, después me he arrepentido de no haberme quedado con todo el local. Pero como no sirve de nada lamentarse y tenemos que ver la parte positiva de las cosas, que siempre la tiene, pues me quedo con la alegría de haber tenido la idea de compartirlo.
En noviembre del 2000 abrimos las puertas de Bodegas Mezquita en la calle Corregidor Luis de la Cerda, 73 para los que no la conozcáis está en la esquina sur-este de la mezquita.
Al estar ubicado en la zona turística decidimos que además de los vinos deberíamos ofrecer todos los productos de calidad que se producen en la provincia de Córdoba: aceites, embutidos, jamones, quesos, dulces, licores, etc.
También pensamos en un plan B, por si no nos iba bien la tienda poder transformar el local en una taberna. Eso precisamente creían muchos clientes que era una taberna y nos preguntaban si se podía tapear y de ahí surgió la idea de montarla.
En abril del 2004 abrimos nuestro segundo establecimiento en la calle Céspedes, 12. El concepto era taberna y tienda gourmet, con la tapa como formato estrella. Nos dimos cuenta que se estaba perdiendo, la mayoría de las tabernas las estaban eliminando por las medias raciones y decidimos ofrecer una gran variedad de tapas de la cocina tradicional cordobesa.
Aquí volvimos a escuchar al cliente, observamos qué hacía la competencia y tratamos de diferenciarnos con una oferta original.
En abril del 2006 decidimos pasar al plan B, no porque la tienda fuera mal, de hecho estuvo casi seis años abierta, sino porque la taberna generaba más ingresos.
En 2008 decidimos cambiar la tienda de Céspedes por un comedor por el mismo motivo.
En abril del 2009 inauguramos Ziryab taberna gastronómica, en la calle San Felipe, 12, con un nuevo concepto de tapas que, actualmente, cuenta con un reconocidísimo éxito, hasta el punto que ha sido incluido en la guía de restaurantes Lo mejor de la gastronomía, todo un logro al que solo hemos tenido acceso tres establecimientos cordobeses: Bodegas Campos, El Choco y Ziryab Taberna Gastronómica.
Después de todo, en marzo de 2011, decidimos retomar los orígenes de Bodegas Mezquita, inaugurando una nueva tienda Gourmet en la que poder ofrecer a nuestros clientes los productos que degustan en Bodegas Mezquita.
Las conclusiones que hemos podido extraer de estos años de dedicación son dos, la primera es que siempre hemos de estar atentos al cliente, y la segunda es que sin esfuerzo no hay resultado.
Baldomero Gas García.
Gerente.