En esta ocasión, vamos a tratar nuestro querido oficio, nuestra profesión, nuestra vida.
El origen de tan gran labor como la de un cocinero, nos lleva en la historia hasta el descubrimiento del fuego. A partir de este hallazgo, es cuando el ser humano se hace sedentario y esto provoca que se tenga que mantener ese fuego.
Este es el núcleo de la civilización, tal como la conocemos hoy día, pues a ese «fuego» se le llama «HOGAR». Define, no solamente a la hoguera en cuestión, si no al estilo de vida en el seno de la familia. El «HOGAR» nos da la tranquilidad, el sosiego y la armonía. Aporta calor, luz, seguridad y por supuesto, lo que es más práctico, una forma muy innovadora de tratar los alimentos… aquí, amigos, comienza el cocinero.
Cocinero
Respecto a lo anteriormente expuesto, todos sabréis que la cocina es el espíritu de una casa, de un «HOGAR». Mucho más importante que cualquier otra estancia de una vivienda. Es ahí, donde se «cocina» cualquier cosa… desde los alimentos, hasta las ideas e incluso, los secretos.
Ahora imaginaros lo siguiente: ¿Cocinero? ¿Desde cuándo? ¿De qué manera es el hombre, y no la mujer quien cocina?. Pues esto tiene una respuesta, que está dentro del ser humano: La curiosidad, el conocimiento y sobre todo, lo prohibido.
En una sociedad en la que, según los cánones de hace años, era el hombre el que dominaba sobre la mujer. Ésta, tradicionalmente, se había dedicado al cuidado de los niños, de los mayores y de las tareas de la casa, del «HOGAR».
He aquí lo curioso de la historia, pues la mujer se hace fuerte en la cocina. Es el lugar de reunión de todas ellas, es la zona donde se restringe el paso al hombre, el sitio donde gobierna de manera sabia toda la fuente de energía para los miembros del «HOGAR». Como hemos dicho, es el lugar de los secretos. De lo prohibido al hombre.
Aquí se despierta el interés del «Macho»…menudo el!
Toni Requena Iglesias
Chef Bodegas Mezquita