Al llegar la Semana Santa, al igual que ocurre en Navidad, los más golosos se frotan las manos, ya que los dulces típicos de estas fechas hacen las delicias de grandes y pequeños. Como según el cristianismo, en época de vigilia está prohibido comer carne, se extendió la costumbre de tomar dulces principalmente elaborados con una base de harina o pan, ya que el pan simboliza el cuerpo de Cristo en la Eucaristía. Hoy hacemos un repaso a algunos de los más famosos:
Los buñuelos
Se trata de una masa de harina, con levadura, agua, leche y azúcar, frita en aceite abundante. Al ser un dulce mediterráneo muy antiguo, su origen es incierto; algunas teorías defienden que proviene de la palabra “puñuelo”, un dulce que los romanos elaboraban con los puños. Otras, que la palabra buñuelo proviene del la palabra francesa “beignet”. Se cree que los habitantes moriscos del medievo, de condición humilde, comerciaban con este dulce como vendedores ambulantes en el sur de la Península Ibérica; pero, no es hasta el siglo XVI, cuando el buñuelo como tal se introduce en España.
En cualquier caso, y en cualquiera de sus variedades, relleno de crema, con chocolate, el llamado buñuelo de viento (más ligero), untado en miel… es un dulce delicioso de carácter internacional. En México y Colombia, en un dulce típico en Navidad.
Además el buñuelo también puede ser salado; en Valencia son muy comunes los buñuelos de calabaza y de bacalao, y son muy típicos también los de las Fallas Valencianas, donde se montan puestos ambulantes para deleite del público.
Los pestiños
Es una rica masa de harina, frita siempre en aceite de oliva, a la que se le añade vino blanco y ajonjolí (sésamo), una semilla rica en aceite y muy apreciada en la gastronomía, que proviene de la India y África, cuyo nombre tiene origen árabe. Una vez fritos, van rebozados en azúcar o en miel.
El pestiño es muy típico en Andalucía sobre todo, y aunque es más típico en Semana Santa, nosotros lo consumimos todo el año. Por si les apetece probarlo, lo tenemos disponible en nuestra Tienda Gourmet.
Las torrijas
El dulce típico en Semana Santa por excelencia probablemente sea la torrija, en toda España, a excepción de la zona de Cantabria, que se toma en Navidad. Consiste en una rebanada de pan del día anterior, empapada en leche o vino dulce, rebozada en huevo y frita en aceite, de oliva o vegetal. Una vez frita, se puede aderezar con canela, azúcar, miel, miel, algún licor dulce, anís o almíbar.
Se consume popularmente durante la cuaresma, ya que antiguamente debían aprovechar la producción de pan excedente durante este tiempo, debido a que el consumo de carne estaba prohibido el de pan descendía, y las familias debían aprovechar este pan para hacer dulces. Se tienen documentaciones del origen de la torrija o torreja en torno al siglo XV, cuando el poeta y músico Juan del Encina las cita en una de sus obras.
Existen en multitud de variantes, según el ingrediente con el que se aderecen; canela, azúcar glacé, anís, miel, clavo, vino dulce… y son populares en muchos países, sobre todo de América del Sur y Centroamérica, tales como Argentina, Colombia, Venezuela, Uruguay, Guatemala, Perú, Chile, Ecuador, Honduras o El Salvador, con diferentes nombres pero, al fin y al cabo, torrijas. ¿Quién puede resistirse a este placer de Semana Santa?