Recordamos a Leonardo Da Vinci por sus obras de arte como La Gioconda y La Última Cena, pero también fue escultor, ingeniero, arquitecto, inventor y anatomista. Hasta aquí las facetas más conocidas de Leonardo, gracias a los éxitos cosechados en ellas.
Sin embargo, existe una faceta desconocida, posiblemente por los fracasos que le ocasionó en su tiempo. La Cocina, área en la que fue un auténtico revolucionario. De hecho, su primer trabajo fue como camarero en una famosa Taberna conocida como ?Los Tres Caracoles? en las proximidades del puente Vechio de Florencia, donde llegó a ser cocinero.
Leonardo intentó implantar la nouvelle cousine en este establecimiento, pero , aunque suene a broma, casi le cuesta la vida cuando los comensales creen que se está riendo de ellos al presentarles unos platos exquisitamente cocinados pero muy escuetos.
Tiempo más tarde, reabre el establecimiento en asociación con Botticelli, otro gran apasionado de la cocina y la gastronomía. Como es normal, después del estrepitoso fracaso, tienen que cerrar.
Pero Leonardo no cesa en su empeño. Años más tarde, envía a Lorenzo de Médici unas maquetas de maquinaria bélica hechas con mazapán y pasta. Este, sin comprender, después de darlas de comer a unos invitados, subsana el agravio con una carta de recomendación para presentarla ante Ludovico Sforza ‘El Moro’, carta que finalmente termina reescribiendo el mismo, incluyendo sus habilidades como cocinero, sobre las cuales no se mencionaba nada en la nota original. Gracias a esta nota, Ludovico lo nombra jefe de maestros de festejos y banquetes.
Fruto de este nombramiento presenta la propuesta de menú para la boda de la sobrina de Ludovico:
- Anchoas descansando sobre una rebanada de nabo tallada a semejanza de una rana.
- Anchoa enroscada alrededor de un brote de col.
- Una zanahoria, finamente tallada.
- Un corazón de alcachofa.
- Dos mitades de pepinillo sobre una hoja de achicoria
- Pata de una rana sobre una hoja de diente de león
- La pechuga de una curruca
- El huevo de una ave fría
- Los testículos de cordero con una crema fría
- La pezuña de una oveja cocida y deshuesada
Ante este menú, Ludovico decidió proponer el suyo propio, mucho más consistente y adecuado a la época. Un menú compuesto por enormes cantidades de salchichas de sesos, patas de cerdo rellenas, terneras, capones, faisanes, gansos, garzas y otros manjares.
Pero no todo fueron fracasos, en próximos post hablaremos de los inventos de Leonardo en materia de cocina y de su particular revolución y normativa en la mesa.
Espero que os haya gustado.
Saludos!!
Ramón Montilla Maireles
