Seguro que todo el mundo ha probado alguna vez alguna croqueta, y seguro que más de uno las ha hecho en casa, pero, ¿sabemos todo de las croquetas? ¿Su origen? ¿De dónde proviene su palabra? ¿De cuántos tipos las podemos encontrar? Si no sabes alguna de estas preguntas sigue leyendo.
La palabra croqueta viene de la palabra francesa “croquer” que significa crujir, es por eso que una verdadera croqueta debe ser crujiente.
En efecto, la primera croqueta tiene origen francés como bien indica su palabra. Aunque es más popular en Sicilia, en los Países Bajos y en España, donde se come como plato principal, entrante o de tapa. Son muchos los que se sorprenden al leer que la primera croqueta no ha nacido en España, pues es algo que tenemos en nuestra gastronomía diaria.
Por supuesto cada país tiene su versión de croqueta pero todas se ajustan a la definición: porción redonda u ovalada de masa hecha con un picadillo de diversos ingredientes ligado con bechamel o un puré, la cual se reboza en huevo y pan molido y posteriormente se fríe.
Hoy en día es fácil encontrar croquetas de cualquier cosa: gambas, calamares, patatas, setas, espinacas… Pero todos sabemos que las originales son las de jamón del puchero de la abuela.
A continuación os dejamos los ingredientes de esta suculenta receta:
Ingredientes:
– 1 Litro de leche
– 500 gr pollo
– 250 gr jamón
– 1 ajo
– 1 Cebolla
– Harina
– Aceite de Oliva
– Sal
– Pimienta
– Nuez moscada
– Pan rallado
– Huevos
Preparación:
Para la bechamel:
En una olla, colocamos aceite de oliva y vertemos la harina y comenzamos a remover. Cuando se forme una especie de crema, poco a poco añadimos la leche (consejo: Para que no se formen grumos cuando hagas la bechamel, agrega la leche templada o a temperatura ambiente y no dejes de remover todo hasta que quede una masa homogénea), sal, pimienta y nuez moscada y removemos hasta conseguir la textura que queremos para nuestra bechamel.
Una vez cocinada, se retira del fuego y se deja enfriar.
Para la masa de croquetas:
En una olla, colocamos aceite de oliva, la cebolla y el ajo picados y los dejamos rehogar. Antes de que se doren añadimos el pollo y el jamón picado con un poco de nuez moscada, pimienta y sal. Cuando el pollo esté cocinado se retira del fuego y se mezcla con la bechamel.
Cuando la masa esté fría, con la ayuda de una cuchara comenzamos a darle forma a nuestras croquetas. Las pasamos por huevo y pan rallado y las freímos en aceite bien caliente.
Cuando estén hechas, escurrimos las croquetas en papel absorbente de cocina para quitar el exceso de aceite.
También podéis ver la receta de nuestras Croqueta de boletus
Ahora solo toca ponerse manos a la obra y disfrutar de esta receta.
¡Buen provecho!