Hay momentos del año en los que la cultura de cada lugar se pone de manifiesto. Uno de ellos es sin duda la navidad, donde se hace gala de la gastronomía de cada lugar y las recetas más y mejor elaboradas para compartirlas con la familia en días tan señalados como el 24, 25 y 31 de diciembre.
Las recetas dependen de cada casa ya que en estas fechas lo que reina es la tradición. Suelen haber platos que se llevan preparando años y años por la misma persona en la cocina de cada casa y, en eso consiste, en estar toda la familia en torno a su tradición navideña y a los sabores que ya les son familiares en estos días tan señalados y esperados.
Respecto a los ingredientes utilizados si que se suelen encontrar más similitudes. Aparte del tradicional marisco que, en mayor o menor medida siempre suele estar presente, es habitual encontrar carnes que no se comen habitualmente durante el año como el cordero, el cochinillo, el pavo, la perdiz, el capón o el conejo, aunque también pescados como el besugo, rodaballo, lubina o el bacalao.
Como decimos, las recetas y formas de elaboración varían en función de cada casa, sin embargo hay recetas tan tradicionales que son prácticamente universales y todas centradas en una temática concreta: los dulces.
Desde los mazapanes hasta la fruta escarchada pasando por los roscos, el roscón de reyes, el turrón, los polvorones, mantecados o alfajores. Hay casas en los que aún se resisten a la compra de surtidos de navidad ya preparados y recurren a unirse toda la familia en la preparación de alguno de estos dulces en cantidades industriales para luego llevarse cada uno una parte del resultado. Esto ocurre sobre todo con los roscos por la facilidad con la que se preparan y la necesidad de un buen número de manos que se den el relevo a la hora de amasar la mezcla antes de freírlos.
Aún estáis a tiempo de intentarlo en casa!!
1 kg de harina
6 huevos
300 ml de aceite de oliva
1 piel de limón
2 sobre de levadura
250 grs de azúcar
Azúcar y canela para embadurnar
Aceite para freír.
En primer lugar freímos la piel del limón en el aceite y lo dejamos enfriar. Después mezclamos en un bol grande la tres cuartas partes de la harina, el azúcar y la levadura, a lo que añadiremos los huevos y el aceite para comenzar a amasarlo.
Conforme gane consistencia iremos rectificando de harina hasta conseguir que apenas se pegue, pasamos la masa a la encimera de la cocina rociada con harina para seguir trabajando la masa. Cuanto más la trabajemos más fina quedará la masa.
Una vez la tengamos lista la dejaremos reposar mientras calentamos el aceite para freír los roscos. Al tenerlo caliente iremos haciendo bolas de masa que aplastaremos un poco y haremos el agujero en el centro con el dedo antes de echarlos al aceite.
Justo al salir del aceite los pasamos por una mezcla de azúcar y canela que tendremos preparada en un plato. Es importante que esto se haga justo al sacar el rosco para que el azúcar y la canela se peguen y queden de forma “permanente” en el rosco.
Si os animáis a hacerlo ya nos contaréis que tal salen!!
Bodegas Mezquita.