Querido pepino… ¿Qué han querido hacer contigo? Y el pepino no me quiere ni contestar… no se fía de nada y de nadie… Bueno, os contaré algo de su vida y de esta forma lo comprenderéis mejor.
El pepino es un fruto de los más antiguos que conocemos. Tiene su origen en el sur de Asia, en la India lo cultivan desde hace 3000 años, es adoptado por Griegos y Romanos, los cuales lo extienden por toda Europa. Posteriormente, Colón es quien se lo presenta a nuestra hermana América y, al final, se regala al nuevo mundo. ¡¡Algo bueno que llevamos del viejo continente!!
Es de la misma familia que la sandía, el melón, la calabaza o el calabacín… mirad por donde. Tiene propiedades impresionantes, como que es de fácil digestión, bajo en calorías, refrescante, antioxidante, contiene yodo, azufre, fósforo y magnesio…»casi nada, vaya…»
Este querido y gran amigo está muy asociado, en nuestra cultura mediterránea, al verano, por ello es ideal para ensaladas, gazpachos, zumos naturales, etc.
Tiene efectos depurativos en la sangre, el poder de neutralizar la acidez, la gota, la artritis, la diabetes e incluso la obesidad. Espero que nuestros vecinos germánicos y todos, por supuesto, tomen nota de tan grandes virtudes que a tantos nos afectan.
En fin, espero que os sirva a todos/as lo escrito aquí para que comprendamos a este fiel amigo, y es que, seguro, está muy dolido por todas las falsas acusaciones que sobre él se han vertido. Así que devolvámosle su sillón de honor, del que jamás se debió levantar. Yo, lo hago a diario en los platos que me toca elaborar, pues donde ponía zanahoria o maíz… pongo PEPINO.
Por último, os dejo una receta muy, muy sencilla y que resulta de lo más sugerente:
PEPINO A LA MIEL
Solo tenemos que pelar el pepino, cortarlo por la mitad y quitarles las pepitas. Después, los frotaremos con sal gruesa con el fin de restarle amargor.
Lo cortamos en cuadritos, como los de una macedonia y lo aliñamos con una vinagreta, hecha a base de 3 partes de aceite de oliva, una parte de vinagre de frutas y una cucharada sopera de miel de abeja. Salpimentar y aliñar con todo esto.
Buen y refrescante provecho!
POSDATA: Ojo al dato! No se me olvidaba…. solo dejaba lo mejor para el final: Sres. /ras. del Gobierno alemán… deciros que el pepino es un potente laxante.
Y ahora, Sr. Pepino, ¿Podrá volver a hablarme? Yo creo que sí…
Toni Requena Iglesias
Chef Bodegas Mezquita